El arte de improvisar en la guitarra
Todos tenemos una idea general de lo que significa improvisar. Esto es hacer algo de pronto, sin preparativos previos. Si bien la improvisación aparece en cierto modo como un acto natural, también puede estar asentada o tener como soporte una estructura previa.
Según un articulo publicado por Patricia Mercado “…la improvisación puede pensarse como una unidad teórica y técnica articulada en tres momentos lógicos: la percepción, la expresión y la reflexión.
En la percepción el sujeto recorta un campo posible de experiencia, actualiza la historia, establece un territorio donde desplegar su universo expresivo.
La expresión, habita este territorio poblándolo de símbolos de diverso alcance comunicacional.
La reflexión es el momento apropiativo, por excelencia, del proceso, donde el sujeto alcanza, antes que una explicación racional de los sucesos, la conciencia de que es él quien está ahí, en lo que acontece.”
Resulta interesante destacar estos pasos (percepción-expresión-reflexión) como algo que se puede dar en cualquier ámbito. Y en lo musical, significa también hacer notar la presencia del sujeto que improvisa.
La percepción juega un papel preponderante al momento de oír, relacionar y razonar cada fenómeno musical. La expresión esta intrínsecamente ligada a la creatividad, ya que allí se refleja el aspecto personal de cada estudiante. Y la reflexión le hará tomar conciencia de los logros alcanzados.
Esto es importante tener en cuenta en espacios dedicados a la música, considerando la improvisación como hábitat donde nos constituimos, donde quedamos atrapados y donde nos podemos desplegar.
Con esta perspectiva y a los fines de la monografía, centraremos la atención en la improvisación musical, la cual, siguiendo el concepto de Consuelo Arguedas Quesada: “… representa una forma de hacer música mediante procedimientos que promueven la experimentación, el aspecto lúdico, la espontaneidad, la expresión y la creatividad del individuo al utilizar objetos, instrumentos musicales, sonidos corporales o la voz humana, propiciando experiencias que estimulan cualidades artísticas…
Improvisar en música, para la citada autora, equivale a jugar, a construir con sonidos, ritmos y formas, es decir que la ubica dentro de una actividad de naturaleza lúdica.
Se trata de un procedimiento de interpretación musical que como todo juego, se atiene a pautas que se pueden aplicar antes de empezar, durante y al finalizar la improvisación.
En otras palabras, la improvisación al permitir reflejar el aspecto personal de cada estudiante, pone en evidencia la expresión de sus sentimientos, su nivel cognitivo, su psicomotricidad, su autonomía personal, entre otros.
El carácter fluido y efímero de una improvisación, no permite al músico recordar exactamente que interpretó, por lo cual para su análisis, se requiere de grabaciones o programas de computación, que permitan escribir con grafías analógicas o con notación musical, lo que se interpretó.
Mil gracias maestro!👍
ResponderEliminar¿Incluye las pistas?
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